En un giro significativo para las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos, el gobierno canadiense anunció la eliminación del controvertido impuesto a los servicios digitales, una medida que fue calificada por el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, como un “obstáculo decisivo” para cualquier acuerdo entre ambas naciones.
La noticia se dio a conocer el domingo por la noche, luego de una llamada entre el primer ministro canadiense, Mark Carney, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La conversación parece haber sido clave para desactivar una creciente tensión comercial que amenazaba con escalar.
Lutnick expresó públicamente su agradecimiento a Canadá a través de redes sociales, celebrando la decisión como un paso positivo hacia la reanudación de las negociaciones. “Este impuesto habría sido un factor determinante para romper cualquier posibilidad de acuerdo”, afirmó.
El impuesto, que estaba a punto de entrar en vigor y cuyo primer pago iba a aplicarse a gigantes tecnológicos como Amazon y Google, había sido duramente criticado por la administración Trump. El presidente estadounidense lo calificó el viernes como “un ataque directo y flagrante” contra su país y amenazó con imponer una nueva ronda de aranceles si Canadá no daba marcha atrás.
La eliminación del impuesto llega justo a tiempo para evitar nuevas fricciones comerciales, en un contexto delicado en el que ambos países buscan estabilidad económica y cooperación en el marco de las cumbres del G7. La imagen del presidente Trump junto al primer ministro Carney durante la reciente reunión en Kananaskis, Canadá, parece simbolizar una nueva etapa de diálogo y entendimiento entre los vecinos norteamericanos.
Aunque aún quedan temas pendientes en la mesa de negociación, este gesto podría allanar el camino hacia un nuevo acuerdo comercial bilateral en el futuro cercano.