¿Sabías que más del 60% de los restaurantes latinos en Canadá fueron fundados por inmigrantes que comenzaron desde cero, incluso lavando platos? Esta historia no es una excepción… pero tampoco es común.
Llegó a Canadá con una maleta prestada, sin inglés, y con el corazón lleno de sueños. Como muchos latinos, aceptó cualquier trabajo: limpieza, cocina, lo que fuera. Lo que no sabía es que esa cocina fría y húmeda sería el inicio de su imperio gastronómico.
Su nombre es Alejandro Reyes, originario de San Salvador, El Salvador, y hoy es dueño de tres restaurantes en Ontario, famosos por sus pupusas y por tener una fila de canadienses esperando desde las 11 de la mañana cada domingo.
En sus palabras: “Lavar platos me enseñó más de negocios que cualquier escuela. Aprendí cómo se mueve un restaurante, cómo se trata al cliente y cómo liderar desde abajo.”
Lo más sorprendente es que el 42% de los nuevos negocios abiertos por latinos en Canadá en los últimos cinco años han sobrevivido más tiempo que la media nacional, según un estudio de Canadian Federation of Independent Business.
¿La clave? Resiliencia. Una palabra que casi todos los inmigrantes latinos en Canadá conocen demasiado bien.
Y Alejandro no es el único. Historias similares vienen de Colombia, México, Venezuela, Perú… Cada una con una mezcla de nostalgia, coraje, y ese sabor inconfundible de nuestra tierra que hoy conquista paladares en ciudades como Montreal, Calgary o Vancouver.
Este blog no trata solo de comida. Trata de un espíritu imparable, del verdadero “sueño canadiense”… pero con sazón latina.
¿Y tú? ¿Tienes o conoces una historia similar? ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar por tus sueños? Compártela en los comentarios y hagamos que estas voces latinas resuenen en todo Canadá.
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