Lo que para muchas personas sería una locura, para Paul Verchere se convirtió en una experiencia única de vida: circunnavegar en stand-up paddleboard los más de 1,300 kilómetros de costa de la isla de Vancouver.
Inspirado por el espíritu de Terry Fox y decidido a retarse físicamente después de una cirugía de tobillo, Paul pasó dos años planeando la travesía: entrenó, invirtió en equipo y trazó meticulosamente la ruta. Finalmente, el pasado 25 de junio partió de su hogar en Ladysmith, B.C., cargando 40 kilos de provisiones en su tabla.
Durante 40 días, remó hasta 11 horas diarias, enfrentando fuertes vientos en contra, olas de hasta 65 km/h, fauna curiosa (incluyendo ballenas que emergían demasiado cerca) y noches solitarias en campamentos improvisados.
“Fue muy duro, no lo recomiendo”, confesó entre risas. Sin embargo, también admitió que la recompensa fue enorme:
“Vi absolutamente todo: nutrias marinas, osos, lobos, ballenas… nada se me escapó. Aunque avanzara lento, no me perdí de nada.”
Al llegar de nuevo a Ladysmith el 4 de agosto, Verchere sintió una mezcla de alivio y orgullo. Sus piernas tardaron un par de semanas en volver a la normalidad después de tantas horas de pie sobre la tabla, pero eso no lo detuvo de volver rápidamente al yoga, al senderismo y, claro, al agua.
¿Su próximo sueño? Recorrer el legendario Northwest Passage en paddleboard.
Una hazaña como la suya no solo demuestra resistencia física, sino también una profunda conexión con la naturaleza salvaje de la costa canadiense. 🌊🇨🇦