Por primera vez en más de 100 años, los salmones rojos (sockeye) podrán regresar a las aguas históricas de desove en la región de Okanagan, en Columbia Británica. Este regreso es posible gracias a la apertura del Okanagan Dam Fish Passage, un nuevo paso para peces construido por la Nación Syilx en colaboración con la Ciudad de Penticton, la provincia y el Departamento de Pesca y Océanos de Canadá (DFO).
Una victoria para la naturaleza y la cultura
El proyecto, financiado bajo el Habitat Conservation Plan vinculado a la represa Priest Rapids en Washington, busca restaurar el hábitat de salmones y truchas. Gracias a esta nueva vía, no solo el salmón rojo podrá volver a Okanagan Lake y sus afluentes, sino también especies como steelhead, trucha arcoíris, chinook y kokanee.
La Okanagan Nation Alliance (ONA) —un consejo tribal fundado en 1981 que reúne a siete Primeras Naciones de la región— ha liderado desde su creación proyectos de restauración de peces y protección de tradiciones.
Durante la ceremonia de apertura el pasado 18 de agosto, el Jefe Greg Gabriel, de la Penticton Indian Band, destacó el significado histórico del evento:
“Hoy abrimos esta vía para que nuestros salmones continúen su viaje como lo hicieron por miles de años”.
El viaje del salmón
Los salmones rojos inician su recorrido desde el Océano Pacífico, subiendo por el río Columbia —el más grande del noroeste del Pacífico—, atravesando nueve represas hidroeléctricas antes de llegar finalmente a territorio Syilx.
Según la Comisión del Salmón del Pacífico, la temporada de desove se extiende de agosto a finales de octubre, por lo que en las próximas semanas se espera ver a los primeros salmones entrar a Okanagan Lake.
Un símbolo sagrado para los Syilx
Para la Nación Syilx, el salmón —o ntytyix— es mucho más que alimento:
“Son considerados parientes, no recursos, y su regreso representa un poderoso acto de sanación ambiental y cultural”, señala la ONA.
El anciano Leon Louis, de la Lower Similkameen Indian Band, resumió la importancia de este regreso:
“El salmón alimenta a la gente, a toda la gente, no solo a la mía. Eso es lo importante”.
Mirando hacia el futuro
Tras décadas de esfuerzos, los miembros de la ONA ven en este proyecto un legado para las próximas generaciones. Zoe Eyjolfson, líder del proyecto de paso de salmones, expresó su emoción al abrir oficialmente la compuerta:
“Saber que mis hijos verán muchas generaciones de salmones regresar a sus aguas históricas es un día muy especial”.
El regreso del salmón rojo a Okanagan Lake no solo es un triunfo ecológico, sino también un acto de justicia cultural y ambiental que refuerza la conexión milenaria entre la Nación Syilx y sus aguas.