Si pensabas que ver a los Toronto Blue Jays era tan simple como comprar un boleto de último minuto… piénsalo dos veces.
Hace apenas unos meses, los aficionados como Heather Gardiner no lograban regalar sus entradas. Con un comienzo de temporada flojo, el entusiasmo por el equipo era mínimo. Pero ahora que los Jays lideran la División Este de la Liga Americana, la historia ha dado un giro espectacular: conseguir un lugar en el Rogers Centre se ha convertido en una verdadera misión (y nada barata).
¿Cuánto cuesta la emoción?
Durante una reciente serie contra los Yankees de Nueva York, los boletos más baratos en sitios de reventa superaban los $200. Incluso en la parte alta del estadio (nivel 500), ver un partido ante los Kansas City Royals puede costar más de $80 — ¡el doble de su precio original!
Gardiner, fanática desde 2015 y dueña de dos asientos cerca del dugout visitante, recuerda cómo hace unos meses ofrecía sus boletos gratis en redes sociales… y nadie los quería. Hoy, ha llegado a venderlos en $350 e incluso $450.
Una experiencia más que deportiva
Parte del boom no solo se debe al buen desempeño del equipo. La renovación multimillonaria del Rogers Centre ha transformado el estadio en toda una experiencia social: mejores vistas, más bares, áreas comunes para convivir y boletos de pie (general admission) por alrededor de $20. Eso sí, esos también vuelan, y luego aparecen revendidos por $50 o más.
Según Jagger Long, de Karma Tickets, la combinación entre turismo veraniego, vacaciones, y el renacimiento de los Blue Jays ha creado el escenario perfecto para que los precios se disparen. Y advierte: tanto fanáticos como revendedores están atentos al mercado minuto a minuto, como si fuera una bolsa de valores.
¿Qué hacer si quieres ir a un juego?
El propio equipo sugiere comprar con anticipación directamente en su web o por Ticketmaster, ya que aún hay disponibilidad para series en agosto y septiembre. Pero si tu plan es ir a un juego muy popular, los expertos recomiendan monitorear precios de reventa, anotar precios, y revisar varios días seguidos. Puede que encuentres una ganga entre tanto alboroto.
Un ambiente eléctrico
Más allá del costo, lo que realmente está capturando corazones es la energía dentro del estadio. “Se siente como en 2015”, dice Gardiner. “Todos lo dicen: se vive como si fuera un juego de playoffs. Es eléctrico.”
Así que si tienes la oportunidad (y el presupuesto), este verano en Toronto no te pierdas la fiebre azul. Porque en este momento, ser parte de la euforia de los Blue Jays… no tiene precio.