Cuando llegaste a Canadá, seguro hubo algunas cosas que te parecieron rarísimas. ¿Despedirse sin beso? ¿Decir “sorry” hasta por respirar? Sí, las costumbres en Canadá pueden parecer muy peculiares al principio. Pero con el tiempo, muchas de esas prácticas se convierten en parte de tu día a día… ¡y hasta las echas de menos cuando sales del país!
En este blog te contamos cuáles son esas costumbres que primero te desconcertaron, pero que ahora, simplemente, adoras.
¿Por qué son tan educados?
Una de las costumbres en Canadá más famosas es la cortesía extrema. Pedir perdón aunque el culpable sea el otro, decir “thank you” al bajarse del bus, y esperar a que todos salgan del ascensor antes de entrar.
Al principio puede parecer exagerado, pero una vez que lo incorporas, se siente como un superpoder social. ¿Lo mejor? Regresas a tu país de origen y notas que… ¡te volviste mucho más amable!
El culto al clima
Hablar del clima no es solo un tema de ascensor: en Canadá es casi un ritual. Desde el típico “Beautiful day, eh?” hasta el drama colectivo ante la primera nevada.
Al principio parece aburrido, pero luego lo entiendes: con estaciones tan extremas, el clima importa. Y mucho. Terminas checando el pronóstico más que tus redes sociales.
Descalzarse al entrar
¿Quitar los zapatos al entrar a casa ajena? Aquí es ley. No importa si son visitas breves o si llevas el outfit perfecto: los zapatos se quedan en la entrada.
Si antes te parecía incómodo, ahora lo sientes higiénico, acogedor… casi terapéutico. ¿Quién quiere ensuciar el piso con sal y lodo de invierno?
“Potluck”: todos traen algo
En vez de que el anfitrión cocine todo, cada invitado lleva un platillo. Esa es la esencia del potluck, una de las costumbres en Canadá que fomenta el sentido de comunidad.
Puede que al principio no entendieras cómo organizarte. Hoy, disfrutas la variedad y te encanta mostrar tu receta estrella. Además, ¡cero estrés para el anfitrión!
Halloween… ¡en serio!
En Canadá, Halloween no es solo para niños. Adultos, mascotas, oficinas y hasta tiendas participan con entusiasmo. Decoraciones que parecen de película y casas temáticas que asustan de verdad.
Si antes lo veías como algo infantil, ahora lo vives como una excusa más para disfrazarte, reírte y compartir. Y sí, también por los dulces.
El amor por el “patio season”
Apenas el termómetro sube de cero, las terrazas se llenan. ¡Aunque haya nieve alrededor! Tomar algo en un “patio” (terraza) es casi un acto de resistencia frente al invierno.
Lo que al principio parecía masoquismo, hoy lo entiendes como celebración de la vida. Porque en Canadá, cualquier día soleado es una fiesta.
¿Te sentiste identificado?
Estas son solo algunas de las costumbres en Canadá que cambian con el tiempo. Lo raro se vuelve rutina, y la rutina… parte de ti.
Y tú, ¿qué costumbre canadiense ya adoptaste sin darte cuenta?